Con miedo pero sin dejar de luchar
En los tiempos que corren y como todos sabemos el ocio y la cultura es lo primero que tenemos que suprimir de nuestros gastos. Con el vendaval que se avecina no puedo evitar sentir miedo e incertidumbre hacia todo lo que está por llegar, supongo que como la mayor parte de los españoles. Y comprendo perfectamente que con este futuro tan incierto que se cuela tras nuestros sentidos en lo último que piense una persona es en gastarse cierta cantidad de dinero en el libro de una autora novel. Y sí, lo confieso tengo miedo, mucho miedo.
Escribir siempre ha sido mi mundo, siempre ha estado ahí cuando los amigos te fallaban por tener planes mejores, cuando el desamor te abrazaba fuertemente o los recuerdos y problemas familiares y laborales te arrebataban toda esperanza de un mañana mejor. Yo siempre tomaba entre mis manos el primer papel que veía, el lápiz y me ponía a escribir todo lo que me dictaba el alma. Podía ser mejor, peor, tener o no tener sentido pero al fin y al cabo era lo que sentía y ya que no tenía a nadie con quien poder hablarlo se lo gritaba entre versos y letras al papel en blanco porque él siempre fue mi confidente y hoy que sigo sin encontrarme del todo a mí misma de nuevo me está salvando.
Estoy prácticamente acabando mi segundo libro pero las dudas más que nunca corretean libremente por mi corazón, por mi mente, me entristezco, pienso en luchar, a la media hora me rindo, o llego a la conclusión en noches interminables que no merece la pena, que con tanta inestabilidad económica y emocional nadie va a querer pararse a leer mis palabra que no son más que mi verdad, mis sentimientos, pero luego vuelvo a recaer en eso que llaman esperanza y creo que debo luchar por lo que quiero, pero aún así me invade tanto miedo que llega hasta el punto de crearme mucha ansiedad.
Y la verdad es que no me puedo quejar ya que del primer libro apenas me quedan 10 ejemplares que vender y las críticas han sido positivas, he recibido mucho cariño y apoyo, muchas palabras bonitas que me han hecho emocionarme y llorar, no, no me puedo quejar para nada, es más doy las gracias a toda aquélla persona que se haya atrevido a sentir la primera obra de esta loca soñadora que vive siempre a ras de una palabra, un verso, o un pensamiento en el momento más inesperado.
Este segundo libro del que pronto, si Dios quiere, tendréis noticias, también va a tener reflexiones, pensamientos íntimos y personales, historias....y por supuesto, poesía, que es lo que yo más siento y el mayor motor que me da fuerzas para seguir creyendo en la vida y en los deslices de éstas.
No me puedo rendir, sé que tengo que ser valiente y que el que no se arriesga no gana....pero arriesgarse hoy día supone mucho....muchísimo, pero creo que merece la pena hacerlo por todo aquéllo que me ha dado la escritura, por rescatarme tantas veces, por no fallarme, por darme su aire...
{jcomments on}